Desde hace unos 10 años aproximadamente científicos, médicos y odontólogos han estado buscando el origen de una inusitada reacción posterior a la colocación de implantes dentales, ha sido denominada de diversas formas tratando de englobar lo que la causa y clasificarla formalmente como una patología. Decidí redactar esto en términos muy sencillos para informar, ya que recientemente he oído de muchos casos, pienso debido al aumento del número de pacientes que actualmente solicitan implantes para reemplazar a los dientes faltantes y también la frecuencia con que son prescritos medicamentos para la osteoporosis (específicamente el uso de los llamados alendronatos como el Fosamax) que son también bastante usados en estos dias.
No es agradable observar y mucho menos describir la inesperada reacción que ha sido tipificada recientemente con el nombre de: “Osteonecrosis de los maxilares inducida por Bisfosfonatos”. Inicialmente se aprecia como la encia gradualmente se “abre”, exponiendo vastamente al hueso y a los implantes recién colocados. El hueso irremediablemente “muere” y el paciente pierde no sólo los implantes sino grandes porciones del hueso sobre el cual se asientan los mismos.
Se denomina Bisfosfonatos a una serie de medicamentos que son incluidos con frecuencia en el tratamiento contra la osteoporosis y también son suministrados como parte de la terapia oncológica que se administra por via endovenosa. La administración de estos compuestos ya sea por via oral o endovenosa por un periodo de tiempo mayor a tres años conduce a su depósito en un hueso que se remodela a lo largo de toda nuestra vida, esto regulado hormonalmente y modulado por las fuerzas a las que se somete usualmente al mismo. Los osteoclastos que son las células encargadas de este proceso son más activos en el hueso de los maxilares, es decir, el hueso donde originalmente se sostienen los dientes y posteriormente sobre el cual se asientan los implantes, se remodela a una velocidad mucho mayor de la que se da en otros huesos del cuerpo, en consecuencia la actividad de los osteoclastos es mayor ahí y son literalmente envenenados por los Bisfosfonatos que se encuentran depositados en el hueso y el paciente en vez de dar una respuesta normal con la consabida reparación y cicatrización de los tejidos, responde de forma diametralmente opuesta.
Los científicos siguen investigando esta entidad y los médicos ponderan ahora el riesgo al indicar estos medicamentos por largos periodos de tiempo. Mientras tanto si usted piensa realizarse un implante próximamente y recibe tratamiento con bisfosfonatos tenga en cuenta el riesgo. Le pido que no se asuste, lo más apropiado es buscar la opinión en conjunto de su médico y de su odontólogo.
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